El papa Francisco, en unas de las palabras más compasivas de un pontífice sobre los homosexuales, dijo que estos no deberían ser juzgados ni marginados y que deberían ser integrados en la sociedad, pero reafirmó...
En una conversación que duró 80 minutos con los periodistas a bordo
del avión que lo traía de vuelta de una visita de una semana a Brasil,
Francisco también dijo que la prohibición de que las mujeres sean
sacerdotes era definitiva, aunque le gustaría que tuvieran más papeles
líderes en actividades de administración y pastorales.
Francisco defendió a los homosexuales de la discriminación en la que
fue su primera conferencia de prensa después de ser elegido Pontífice en
marzo, pero también se refirió al catecismo universal de la Iglesia
Católica, que dice que aunque la orientación homosexual no es
pecaminosa, sí lo son los actos homosexuales.
"Si una persona es homosexual y busca a Dios y tiene buena fe, ¿quién soy yo para juzgarlo?", dijo el Papa.
"El Catecismo de la Iglesia Católica explica esto muy bien. Dice que
no deberían ser marginados por esto (orientación) pero que deben estar
integrados en la sociedad", dijo, hablando en italiano.
"El problema no es tener esta orientación. Debemos ser hermanos. El
problema es ejercer presiones por esta orientación, o 'lobbies' de gente
codiciosa, 'lobbies' políticos, 'lobbies' masónicos, muchos 'lobbies'.
Este es el peor problema", dijo.
Francisco estaba respondiendo a una pregunta sobre informaciones acerca de un 'lobby gay' en el Vaticano.
"Se ve mucho escrito sobre el 'lobby' homosexual. Todavía no he visto
a nadie en el Vaticano con una tarjeta de identidad diciendo que son
gays", bromeó.
Por otro lado, refiriéndose al tema de las mujeres sacerdotes, dijo
que "la Iglesia ha hablado y dice no (...), esa puerta está cerrada", en
sus primeras declaraciones en público sobre este asunto.
"No podemos limitar el papel de las mujeres en la Iglesia a niñas en
el altar o presidentas de una sociedad benéfica, debe haber más", afirmó
en respuesta a una pregunta durante una conversación destacadamente
franca con periodistas del Vaticano.
"Pero en lo que se refiere a la ordenación de mujeres, la Iglesia ha
hablado y dice no. El papa Juan Pablo dijo eso con una fórmula que era
definitiva. Esa puerta está cerrada", refiriéndose a un documento del
pontífice fallecido que dijo que la prohibición era parte de la
enseñanza infalible de la Iglesia.
La Iglesia enseña que no puede ordenar mujeres porque Jesús eligió
sólo a hombres como sus apóstoles. Las defensoras del sacerdocio
femenino dicen que actuaba según la costumbre de sus tiempos.
El Papa también dijo que el Banco del Vaticano debe ser "honesto y
transparente" y que escuchará el asesoramiento de una comisión sobre si
la entidad puede reformarse o debe cerrarse.
Francisco volvió a Roma el lunes después de un viaje triunfante de
una semana a Brasil, que culminó con una enorme concentración en la
famosa playa de Copacabana, en Río de Janeiro, que según los
organizadores atrajo a más de tres millones de personas.
Fuente: CUBASI
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